Temporada #HURACANES2014: Seamos Preventivos



Este 1 de Junio inicia una nueva temporada ciclónica en el Océano Atlántico, a pocas horas de haber quedado inaugurado en Santo Domingo, el Centro de atenciones a emergencias #911 y con los matices de una epidemia del virus #Chikungunya que tiene bastante ocupados a los funcionarios públicos y preocupada a la población de la República Dominicana.

Por lo que cabe destacar, que cuando las políticas de desarrollo de un país están bien planteadas, las posibilidades de que ocurra un desastre son siempre menores o, cuando menos, sus efectos no resultan tan dramáticos. En términos eminentemente periodísticos, las autoridades jugarán siempre el papel de fuentes informativas.
 
 En la mayoría de los casos, cuando facilitan la información suelen darla con criterios técnicos que resultan inapropiados para orientar la información de manera adecuada al público. Por ello, el papel del periodista debe ser como el de una especie de traductor, para que todas las expresiones técnicas puedan ser asimiladas por el público a través de un lenguaje sencillo.

Por suerte, las aclaratorias en los casos relativos al virus y al sistema operativo del teléfono de emergencias 911, han sido bastante puntuales y las explicaciones, bastante llanas, comprensibles.

Ahora bien, surge un problema frecuente de las fuentes informativas en situaciones de emergencias, que es el de las contradicciones, y en el tema de los desastres suele darse con mayor frecuencia. Esas variaciones de la información, lejos de cooperar en la gestión del riesgo de desastres, pueden resultar más perjudiciales, pues hacen evidente la poca claridad que existe para enfrentar una situación.

Por ello, el periodista debe estar en la capacidad de tomar la información y trasladarla sin generar confusiones en su público, pero también dejando claras las diferencias de criterio o contradicciones que existen entre las fuentes. 



 En algunas oportunidades, según sea el caso, quienes cubren este tipo de eventos -los reporteros- deben contar con el criterio necesario para comprender cuándo se hace obligatorio esperar a que la información oficial sea emitida por el más alto funcionario de la institución. Estos elementos de juicio se adquieren conociendo las amenazas, los riesgos que generan y el funcionamiento interno de las entidades.

Por lo anterior, es recomendable que todo periodista involucrado en la cobertura de la gestión del riesgo de desastres, en la etapa preventiva, se dé a la tarea de investigar el funcionamiento de las principales fuentes gubernamentales que existan o que puedan estar relacionadas con las posibles amenazas del país.

Conocer dónde se encuentran los principales centros de monitoreo en cada país, así como quienes los dirigen, también es una información que puede ayudar a agilizar la investigación. En todos los países existen también entidades que, de una u otra forma, coordinan las acciones que se deben manejar en la tarea de la gestión del riesgo de desastres.


Así que si se investiga su funcionamiento, estructura organizativa, los nombres de las personas que coordinan cada área y los planes que poseen para cada eventualidad, por supuesto que la tarea será mejor y más sencilla.

Hasta otra oportunidad,
Sean felices bajo la bendición de Dios y que sea bienvenido el mes de Junio, con todo y su temporada de Huracanes para quienes vivimos en el Caribe.

Ceinett Sánchez, Santo Domingo, República Dominicana.
Autora Libro: Comunicación, Emergencias y Desastres
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ceinett@yahoo.com
@ceinetts
(1829) 7252525 


 

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